Título Original: Pet Sematary
Año: 1989
Revisada el 31 de octubre de 2004
7 Leatherman de 10
Sinopsis:
Un médico se muda con su familia a un pueblo aparentemente tranquilo para descubrir que a veces es mucho mejor estar muerto.
Comentarios:
Esta película es en realidad la adaptación cinematográfica de una novela de Stephen King llamada El Cementerio Viviente y, bueno, aún a riesgo de caer en el tópico, la película no está mal pero el libro es mucho mejor.
La acción empieza cuando el doctor Creed (Dale Midkiff), su mujer Rachel (Denise Crosby), su hija Ellie (Blaze Berdahl) y el pequeño Gage (Miko Hughes) se instalan en un pintoresco pueblo con la intención de empezar una nueva vida lejos del estrés de la ciudad. Una atmósfera ominosa lo envuelve todo ya desde los primeros minutos de metraje debido a que la llegada de los Creed está marcada por una serie pequeños accidentes, un tenebroso sendero y la inquietante presencia de una carretera por la que circulan camiones a toda velocidad casi a las puertas de su nueva casa. Sobre los vehículos pesados ya les advierte su vecino, el señor Jud Crandall (Fred Gwynne), quien les ofrece su hospitalidad pero evita cualquier comentario sobre el sendero. A la sensación general de que ese pueblo es gafe, hay que añadir que la señora de la limpieza se está muriendo de cáncer y que, en su primer día de trabajo, al doctor Creed le traen a un muchacho que ha muerto atropellado por un camión. Vaya, eso me trae recuerdos. Tenía como mucho ocho años cuando vi esta escena por primera vez y, en fin, sucede algo que me hizo salir corriendo por el pasillo de casa tapándome los ojos y gritando “¡No, noooooo!” mientras mi hermano se descojonaba. Bueno, sigamos.
Esa misma noche a Louis Creed se le aparece en ¿sueños? el propio chico muerto, Victor Pascow (Brad Greenquist), para advertirle de que bajo ningún concepto se le ocurra ir más allá del cementerio de animales porque esa tierra está maldita. Obviamente, el muy idiota del médico lo último que hará será hacerle caso. Si un alma tuviera la molestia de volver de entre los muertos para darme un consejo, nunca se me ocurriría ignorarle, no sé vosotros. Un buen día, el gato de su hija Ellie muere atropellado y el Sr. Crandall le recomienda a Louis que si quiere evitarle sufrimiento a la niña que coja el cadáver del gato y lo entierre….tatachán…más allá del cementerio de animales. Genial, porque herr doktor acepta, ¡bravo!. En el plazo de tres días, Church el gato vuelve apestando a muerto y con un mal genio que reíros vosotros de Fernán-Gómez con resaca. Al poco tiempo, al pobre Gage lo mata un camión y el padre, desesperado, coge el cuerpecito embalsamado y lo lleva ya sabéis dónde. A partir de aquí las desgracias vendrán solas y una detrás de otra. Mientras, el espíritu de Víctor Pascow empieza a estar ya hasta los mismísimos porque él venga a intentar ayudar y el doctor nada, que no se deja.
No hay ningún actor que lo haga mal, los efectos especiales son muy buenos teniendo en cuenta el año, la música da mucho ambiente y el ritmo no decae en toda la película. Sin embargo, le he puesto 7 Leatherman porque pese a ser una muy buena adaptación, gran parte de la tensión y el horror se han perdido por el camino.
Conclusión:
Una buena adaptación de la novela de Stephen King llamada El Cementerio Viviente. Tiene momentos de angustia, pero si queréis que se os pongan los pelos de punta de verdad leeros el libro.
La escena de la que os hablaba antes; a mis tiernos ocho años la vi y salí corriendo mientras uno de mis hermanos se descojonaba de mí.
Church, El Increíble Gato Linterna.
miércoles, 2 de mayo de 2007
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