Título Original: Land Of The Dead
Año: 2004
Revisada el 13 de septiembre de 2005
7 Leatherman de 10
Sinopsis:
Los humanos que han superado los terribles sucesos de la Noche, el Amanecer y el Día de los Muertos sobreviven como pueden en una ciudad fortificada viendo cómo los ricos se divierten ajenos a todo. Fuera de las murallas, los zombies empiezan a mostrar signos de una rudimentaria inteligencia.
Comentarios:
Hace cosa de un año que espero esta película fervientemente pese a que la cosidero una secuela innecesaria. Da igual, me divertí como un enano con esta nueva obra de papá zombie: George A. Romero. En mi opinión, esta película no aporta nada a la saga de los muertos vivientes. Ni nos dicen por qué los muertos vuelven a andar, ni como evitarlo ni tampoco cómo acabar definitivamente con ellos. Lo que se hizo aquí fue rizar el rizo y crear una especie de "What If?" en el que los zombies empiezan a razonar más allá del Bub de El Día de los Muertos (Buuuuuubbb). Pero en fin, al menos lo que han hecho lo han hecho bien.
Tras el logo antiguo de la Universal y unos títulos de crédito dignos del film de 1969, vemos a un grupo de mercenarios encabezados por Cholo (John Leguizamo) tirando a un vertedero unas misteriosas cajas que rezuman sangre, por lo que dan a entender se trata de asuntos sucios del pez más gordo de la ciudad. Mientras, un ciudadano llamado Riley (Simon Baker) y su poco espabilado compañero Charlie (Robert Joy) espían a un trío de zombies y observan que uno de ellos les ha visto y, sorprendentemente, parece avisar a los demás de que hay alguien mirándoles.
Tanto Cholo como Riley y Charlie pertenecen a un equipo de personas armadas que se dedican a buscar víveres por los pueblos desiertos y, de paso, liquidar tantos zombies como puedan. En una salida nocturna en busca de antibióticos y otras cosas útiles, el pequeño ejército liderado por Riley acaba con decenas de zombies, algo que les resulta no muy complicado teniendo en cuenta que las criaturas se han quedado embelesadas mirando unos fuegos artificiales que se han lanzado como distracción. Cuando están ya en retirada, Riley hace una observación desde un punto de vista nunca antes contemplado en una película de este tipo: "esto no es una batalla, es una masacre". Se refiere a los zombies. El "caminante" o "podrido" que antes había visto a Riley en una gasolinera se da cuenta de las "flores en el cielo" e intenta espabilar a sus compañeros porque le duele ver cómo los están matando sin ni siquiera defenderse. Big Daddy, así se llama el bicho, observa con odio cómo se marchan esos terribles vivos hacia su ciudad luminosa y decide ir a por todas con todos los congéneres que encuentre más o menos enteros. Riley, Charlie, una prostituta llamada Slack (Asia Argento, hija de Dario Argento) y algunos voluntarios tendrán que intentar salvar a cuantos ciudadanos puedan de la venganza de los zombies.
En esta entrega hay una crítica social algo menos sutil que en las otras, puesto que las clases más ricas viven en una ciudad rascacielos, "Fiddler's Green", lejos de la cruel realidad, mientras que los más desfavorecidos se tienen que conformar con vivir apiñados entre la torre y las alambradas. El magnate Kaufmann (Dennis Hopper) es visto por algunos como un Bush cualquiera que se preocupa más por el dinero y su propio trasero que por el resto del mundo.
Sin duda se nota que esta película participaron los mejores porque de un argumento endeble han sacado un film cruelmente divertido y con grandes dosis de tripas, algo que siempre viene bien. Los efectos especiales, supervisados por el gran Greg Nicotero (atención al zombie del guarda del puente porque es él) son espectaculares, ¡uno casi podía oler la podredumbre desde la butaca! Para una de las melodías que suenan durante el metraje, samplearon la música de La Noche de los Muertos Vivientes de Tom Savini, que también sale haciendo un cameo.Y hablando de apariciones estelares, salen también los dos protagonistas de Zombies Party pero yo no los vi, igual con un poco de suerte en el dvd... Bueno, qué decir de la dirección de Romero; una maravilla. Hay una escena en la que no se oye otra cosa que los desgarradores gritos de algunas víctimas y sonidos de masticación y la masacre del centro comercial es un homenaje a el Amanecer de los Muertos. Esta película también tiene su punto de humor negro, como aquel soldado que se hace llamar "Manolete" y acaba muerto más rápido que el famoso diestro. Otro detalle que me gustó es que por primera vez alguien pide que no se le mate porque quiere sabér qué se siente siendo un zombie.
Le pongo 7 Leathermans porque a pesar de todo lo bueno, no me acabo de acostumbrar a eso de que los zombies tengan trazas de sentimientos y vean los fuegos artificiales. Vamos a ver, un cadáver de semanas tiene los ojos tan resecos que no vería ni hostia, por no hablar de las zonas del cerebro que se dañan antes… ¿desde cuándo nuestro cerebro primitivo de reptil puede sentir compasión por los semejantes?
Conclusión:
Esta cuarta entrega en la serie de zombies de George A. Romero no es necesaria y si no se hubiera rodado me habría dado igual pero ya que estamos, bienvenida sea. Id a verla por la casquería, las muertes divertidas y, qué narices, porque se trata de un producto del creador del zombie moderno.
viernes, 4 de mayo de 2007
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1 comentario:
Hola! Me encanta tu blog y tu gusto para el cine...me encantaria conocerte (emoticono de verguenza y tal)
Solo decirte que no salen los protas de Shaun of the Dead sinó, creo, el director y protagonista, que son los zombis atados con los que los turistas del bar del enano se hacen fotografias, como reclamos cualquiera.
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