lunes, 8 de diciembre de 2008

Mis Más Sinceras Disculpas.

Queridos lectores,

Hace cosa de cuatro meses mi ordenador decidió que ya estaba harto de aguantar a una "tiparraca absurda de tres al cuarto" (esas fueron sus palabras), así que hizo las maletas y se largó con su madre. O algo parecido. Desde entonces no he tenido acceso a ningún otro ordenador con el fin de actualizar este blog. Sí, tan estúpido como suena.

Esta entrada la estoy escribiendo con mi móvil, que ahora está pegajoso porque la salsa barbacoa es más reticente a marcharse que yo en una barra libre. Si vais a comeros una hamburguesa con una mano y a usar el móvil con la otra debéis considerar este tipo de accidentes.

Ahora que tengo este increíble aparatito que me permite conectarme a la red, y que hace de escribir un texto una tarea de chinos, mis entradas regresarán pero en formato reducido, me temo. No le puedo pedir lo mismo a un móvil que a un procesador de texto.

Harvie y yo saldremos a la caza de otro ordenador después de las fiestas, así que espero empezar 2009 en plena forma. Y hablando de fiestas, me encantan las luces de colores, el cava, los licores del postre y ver a mis padres bailar lo que sea que pongan en la radio.

Antes de despedirme quisiera daros las gracias a todos por leereme y a la gente de Cine Cutre por hacer referencia en su página a este blog.

Que el poder de Greyskull os acompañe.

Hasta pronto.

Dietrich.

P.D.: Carlitos, en Un Hombre Lobo Americano en Londres, el amigo de David sí que se llama Jack. No sé de dónde me salió eso de Bobby. Ah, la vida y sus misterios...




No hay comentarios: